Su historia, sus características y propiedades
El lapislázuli, una joya celestial entre las piedras preciosas, tiene una historia fascinante que se remonta a miles de años. Originaria de las antiguas minas de Badakhshan en Afganistán, esta piedra semipreciosa ha sido valorada por su profundo color azul y su relación con la espiritualidad y el poder.
El lapislázuli es una roca compuesta principalmente por lazurita, calcita y pirita, lo que le confiere su distintivo tono azul intenso salpicado de motas doradas. Históricamente, ha sido apreciada por culturas como los egipcios, que lo utilizaban para crear amuletos y cosméticos, y los antiguos mesopotámicos, que lo empleaban en sus tesoros reales.
Desde un punto de vista esotérico, el lapislázuli se considera una piedra que promueve la claridad mental, la introspección y la comunicación efectiva. Se cree que ayuda a conectar con el conocimiento interior y a fortalecer la sabiduría espiritual. Físicamente, se dice que alivia dolores de cabeza y mejora la visión.
Astrológicamente, el lapislázuli se asocia principalmente con el signo de Tauro, Libra. Capricornio y Acuario. Se cree que puede potenciar las cualidades positivas de este signo, como la búsqueda de la verdad, la expansión espiritual y la aventura intelectual.
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